¿Pero, que os da a todas con "el rey del pollo frito"?
Quizá la palabra no sea sexy. Yo ya escuchaba sus canciones desde muy jovencita. Siempre le he visto una persona rebelde y me gustan los rebeldes. Es muy cuerdo, muy racional y muy interesante.

En tu trabajo de reportera erótica, ¿te negarías a hacer alguna pregunta íntima a tus entrevistados?
No. Para mí fue un trago preguntar dónde lo habían hecho por primera vez. Yo me negaría a contestar la mayoría de las cosas que pregunto.

¿Si te pregunto por tu mejor encuentro sexual, me enviarías a freír espárragos?
En absoluto. Pero no te pienso contestar. Detrás de mi pelo rojo y de mis uñas negras, Chiqui Martí es una persona bastante introvertida. Sobre todo, en los temas personales.

Pero sobre el escenario se te ve muy segura...
En el escenario soy la reina. Allí arriba, la gente te ve especial y tú te sientes especial. El error está en bajar del escenario y seguir creyéndote especial, alguien importante.

Explícame la diferencia entre quitarse la ropa con música de fondo y hacer strip art, que es como a ti te gusta que llamen a tu trabajo.
Es la diferencia entre una stripper y una showgirl. La stripper sólo se desnuda provocativamente. La showgirl hace un espectáculo erótico. En mi caso, el show son las barras.

Teniendo en cuenta la doble moral de este país, ¿no crees que parte de tu público piense que, además de baliar, prestas otros servicios?
Eso lo tengo muy asumido. Si un señor me viene y me dice si bailo para él en privado, le digo que yo sólo actúo en el escenario. Cuando salgo del escenario, me voy a mi casa, me como una buena fabada y me pongo a dormir.

¿Existe el hombre perfecto?
El hombre perfecto te lo haces tú misma. Es muy difícil encontrar un hombre que te guste en todos los sentidos. La perfección siempre se la crea uno mismo.